Tiempo de preparación 10 a 15 min

Tiempo de cocción  20 min aprox

Publicado en octubre 22, 2014

Ingredientes

Harina 1 kg Manteca 200 grs Levadura fresca 50 grs Leche tibia 100 cc Azúcar 1 cda Sal 1/2 cda Agua tibia 500 cc aprox

Estas clásicas figacitas de manteca son riquísimas para mesa de picadas, comidas informales con variedad de fiambres y carnes, desayunos,  branchs  o meriendas. Su elaboración es sencilla y puede conservarse en el freezer.

1. Encender el horno y mantener a mínimo.
2. Colocar la harina en un bowl grande , retirar dos cucharadas para el fermento y luego agregar la sal. Mezclar muy bien.
3. Hacer un hueco en el centro y colocar la manteca derretida tibia.
4. Desmenuzar la levadura y mezclar en un recipiente, que tenga lugar para «crecer», con los 100 cc de leche tibia, 2 cucharadas de harina SIN LA SAL y 1 cucharada de azúcar. Tapar y deja  fermentar hasta que esté espumosa (10 minutos aprox )
5. Agregar en el hueco la levadura fermentada, mezclar con la manteca e integrar con una espátula o cornet la harina.
6. Volcar la masa sobre la mesada y amasar hasta obtener un bollo liso .
7. Dejar descansar recipiente grande tapada sobre la cocina ( lugar tibio) hasta que leude y duplique su tamaño.
8. Cuando haya leudado, volcar sobre la mesada y aplastar suavemente con los dedos desgasificando la masa.
9. Separar en bollos.  Estirar de a uno hasta 2 cm de espesor aproximadamente. Unir los recortes de masa, volver a estirar y cortar nuevamente figacitas.
10. Cortar con un cortapastas o molde de taza, por ejemplo.
11. Enharinar una asadera grande y acomodar las figacitas, separándolas para que tengan lugar para crecer. Tapar hasta que hayan leudado.
12. Cocinar en horno bien caliente a fuego moderado 20 minutos aproximadamente hasta que estén cocidas, blanquitas o apenas doradas.
13. Servir calentitas. Si se conservan en el freezer, colocar unos minutos en el horno antes de servir.

IMPORTANTE 

* NO MEZCLAR LA LEVADURA CON SAL.

* Esta receta es sencilla y económica; las figacitas riquísimas, vale la pena hacerlas. Sólo se necesita tiempo para que leuden, siempre en un lugar cálido y tapadas con un repasador , por ejemplo sobre la cocina.